Mi manera de ayudar

Me gusta la labor de ayudar a los demás poniendo en valor tanto mi experiencia personal como la experiencia en contacto con otras víctimas a través de la Asociación DIA.

  • ¿QUÉ HAGO? Realizo charlas, conferencias, formaciones, ponencias e intervenciones en congresos, ante medios de comunicación…
  • ¿DÓNDE? En empresas, congresos especializados, organismos públicos, institutos, jornadas de trabajo…
  • ¿QUÉ TEMAS TRATO? Concienciación vial, prevención de accidentes, sensibilización hacia la discapacidad, resiliencia, motivación personal y superación, éxito y felicidad, superación de retos, afrontamiento de malas noticias…
Conoce mi labor

Soy presidente de Asociación DIA de Víctimas de Accidentes y de su fundación Fundtrafic, un proyecto de emprendimiento social que desarrolla políticas de RSC, comunicación social y prevención vial en colaboración con empresas, instituciones y organismos públicos. Soy experto en seguridad vial, movilidad responsable, discapacidad, motivación, comunicación, gestión de fundaciones, asociaciones y RSC, y como tal he participado en cientos de jornadas, foros y encuentros en calidad de ponente y/o organizador.

Mi trayectoria vital se ve marcada por un accidente de tráfico que sufro con 21 años y que me provoca una lesión medular grave, obligándome a reestucturar mis planes y a adaptarme a la movilidad con silla de ruedas. Durante 8 años presido una asociación de personas con discapacidad, visibilizando las demandas de este colectivo.

 

“En el ámbito de la concienciación vial es la vivencia la que marca el aprendizaje. Las víctimas de accidentes tenemos la capacidad de tocar la fibra sensible. Yo lo hago, nunca usando la pena, sino compartiendo la vivencia, mostrando las consecuencias negativas de los accidentes y pidiendo que sean prudentes. Mi motivación es evitar los accidentes, ya sean de tráfico o laborales. Los trabajadores/as que asisten a mis charlas no se quedan indiferentes, reflexionan, se emocionan…y yo puedo ver en sus caras todo este proceso. Después de años me encuentro gente que sigue recordando la anécdota que conté, el ejemplo que puse, etc.

Además, soy una persona positiva y un ejemplo de lo que ahora llaman “resiliencia”. Después de lo que he vivido me gusta transmitir a otras personas ese afán de superación, de enfrentarse a la adversidad, a los momentos difíciles y de intentar buscarle siempre el lado bueno a cada nuevo día.”

En 2003 creo junto con otras víctimas de accidentes de tráfico la Asociación DIA de Víctimas de Accidentes, organización sin ánimo de lucro que presido desde entonces. De este modo comienza nuestra labor de atención, apoyo a víctimas y sensibilización a nivel institucional, colaborando en numerosas ocasiones con la DGT y obteniendo el respaldo de otras instituciones y entidades.

En 2015 decidimos ir más allá y nació Fundtrafic, fundación de Asociación DIA que también presido. Se trata de un ambicioso proyecto de carácter social que cubre las necesidades de Prevención y RSC en el seno de las empresas aportando el valor de una ONG con más de 16 años de trayectoria.

Actualmente doy charlas, imparto formaciones, cursos, participo en jornadas y congresos especializados, etc. para concienciar a las personas acerca de los accidentes, interpelarlas para que sean prudentes, conscientes y responsables en la carretera y en su trabajo, una labor que nace de mi experiencia como víctima y presidiendo la Asociación DIA.

Además de la concienciación vial, trato temas tan relevantes como son la resiliencia, la motivación personal, la superación, el éxito y la felicidad, la superación de retos, el afrontamiento de malas noticias o la sensibilización hacia la discapacidad.

El trabajo social a través de las entidades sociales que presido me permite llegar cada año a miles de trabajadores y trabajadoras para mostrarles los riesgos de una conducción distraída, del exceso de velocidad, de no respetar las señales, del consumo de alcohol y drogas… Después de tantos años, creo firmemente en la efectividad de la concienciación: siempre percibo el cambio en los grupos a los que me dirijo.

Durante 7 años he dirigido y coordinado sendos cursos de tráfico y planificación de emergencias con personas con discapacidad en la Escuela Nacional de Protección Civil.

Entre los reconocimientos que he recibido destacan el PREMIO SESST 2018 entregado por la Sociedad Española de Salud y Seguridad en el Trabajo por mi trayectoria profesional y trabajos en Pro de la Salud y Seguridad en el Trabajo; el premio de la Federación de Alcohólicos Rehabilitados de la Comunidad Valenciana en 2008 como agradecimiento a su valiosa colaboración o el premio ADEVI 2014 otorgado por la Asociación de Abogados de Víctimas de Responsabilidad Civil por su dedicación a la defensa de las víctimas de accidentes.

Me considero una persona comprometida, solidaria, innovadora y con un alto sentido del trabajo. Una persona apasionada y abierta siempre a nuevos retos.

Conoce mi historia personal

​Cuando nací a finales de 1959 en la maternidad de la Diagonal de Barcelona, nada podía hacer pensar a mis padres que nuestras vidas iban a ser tan agitadas y, en algunos momentos, tan tormentosas y dramáticas.

Mi primer, y muy doloroso contacto, con los accidentes de tráfico lo tuve con seis años, habíamos estado en Barcelona visitando a todos los abuelos y tíos. Era agosto y a la vuelta a Madrid el Renault 4 en el íbamos volcó. Mi madre murió en la casa de socorro de Fraga muy cerca mío, la oí llorar y preguntar por sus hijos y su marido, repetir incansablemente esa pregunta. A mí me trasladaron a un hospital muy grave, a los pocos días supe que mi madre «estaba en el cielo esperándome».

Ese fue el primer contacto con la dura realidad de los accidentes, tres niños sin madre, un esposo enamorado que perdió su mujer y una familia destrozada y, lo que es peor, marcada para siempre. Cuando una herida está abierta como lo estaba esta es imposible cerrarla sin ayuda.

«Ahora, con la perspectiva de estos 50 años pasados, me doy cuenta de lo importante que hubiese sido contar con apoyo especializado.»

Años después fui yo quien sufrió un accidente de tráfico muy grave, que me produjo una lesión medular. De golpe y de repente me desperté en el hospital, yo tenía 21 años, era mecánico del Ejército del Aire e iba a la Escuela. Estaba durmiendo en el coche, y desperté en la UCI. Había tenido un accidente.

Me trasladaron al Hospital de Parapléjicos de Toledo, el mejor hospital de España, y allí comencé la rehabilitación y senté las bases de mi nueva vida. Estuve un año y medio, cuando salía los fines de semana me iba a mi casa en Alicante, me puse una rampa y allí practicaba. Y cuando me dieron el alta del hospital me fui a vivir solo.

Ir en silla de ruedas, a principio de los años 80 era un estigma, una complicación. Me fui a vivir al pueblo de mi madre. Mis amigos de toda la vida venían a buscarme, y yo al principio les decía ‘no’, ‘no’. Pero luego me di cuenta de que el que estaba poniendo barreras era yo. Después empecé a unirme a los planes. Empecé a aprender lo que es la resiliencia.

A lo largo de los años fui involucrándome cada vez más en la labor social que desarrollo a día de hoy.

“Quería ayudar a otras personas que estaban pasando por lo mismo que yo pasé, a sus familias y entorno.”